el Tesoro enfrenta dilema entre tasas altas o liquidez al mercado
Las tasas cortas en pesos están mostrando una clara presión alcista, y esto sucede en un contexto donde hay una fuerte iliquidez en el sistema financiero. Por ejemplo, la caución bursátil a un día alcanzó un máximo intradiario del 87% TNA, mientras que el repo interbancario se mueve alrededor del 125% TNA. Por su parte, los plazos fijos mayoristas ya rinden cerca del 58% TNA. Estos números son una señal clara de cómo está funcionando el mercado en este momento.
Con este panorama, los operadores están atentos a la última licitación de deuda del Ministerio de Economía, que ocurrirá justo antes de las elecciones del 26 de octubre. Durante esta subasta, el Tesoro tendrá un dilema importante: es posible que tenga que aceptar tasas muy altas o liberar algo de liquidez para aliviar las tensiones que se sienten en el mercado.
Recapitulemos un poco. Hasta hace no mucho, el Banco Central (BCRA) usaba operaciones en BYMA para absorber pesos a una tasa del 25%, algo que ayudaba a mantener las cauciones alrededor del 23%. Sin embargo, con la reciente subida de tasas cortas, este mecanismo ha perdido su efectividad y ya no hay operaciones activas. De hecho, el stock de pesos absorbidos por esta vía llegó a más de $6 billones, pero el último dato muestra un saldo mínimo, de apenas $0,02 billones, lo que indica que esta herramienta está completamente desactivada.
Última licitación antes de las elecciones: ¿qué nivel de tasas convalidará el Tesoro?
Con la renovada iliquidez y tasas cortas más altas, se realizará esta semana la licitación de deuda. La Secretaría de Finanzas comunicó las condiciones de esta colocación, donde deberá afrontar vencimientos cercanos a $3,8 billones del Boncap T17O5. Se ofrecerán varias opciones, incluida la reapertura de una Lecap y un Boncap que vencen en noviembre y enero, así como una letra dólar linked que también vencerá en noviembre.
Desde Cohen, anticiparon que podría tratarse de un monto pequeño en comparación con los compromisos a enfrentar en los próximos meses. Esto, sumado al mayor interés por instrumentos en pesos desde que se realizaron anuncios en Washington, sugiere que el Tesoro podría conseguir un rollover superior al 100%, incluso en este clima de tensión.
No obstante, algunas fuentes del mercado comentan que esta falta de liquidez surge porque se han retirado muchos pesos por la venta de dólares, y eso sumado a la absorción en el mercado de futuros ha añadido presión. Así, se espera que, si el Tesoro convalida tasas altas y logra un rollover del 100%, eso podría mantener las tasas en niveles elevados. Pero, si decide pagar en efectivo parte de los vencimientos, podría ayudar a mejorar la liquidez del sistema.
El dilema del Tesoro frente al actual contexto
En un escenario donde la liquidez es baja y hay intervenciones mixtas del Tesoro de EE.UU., hay una clara necesidad de hacerse de pesos para invertir en el corto plazo, especialmente ahora que esas inversiones ofrecen mejores rendimientos. La situación con la caución bursátil alcanzando el 87% y el repo interbancario al 125% refleja la fragilidad de la economía en este momento. Si el Gobierno busca tener más margen para maniobrar, debería liberar algo de liquidez, quizá reduciendo los encajes diarios o fijando un techo a las tasas.
Un economista comentó que tener una tasa al descubierto cerca del 100% promedio genera conflictos paralelos, ya que esto encarece el financiamiento de la economía real en el día a día. Mostró su preocupación por la próxima licitación, señalando que puede ser complicado para el Tesoro lograr un rollover completo. Tendrán que optar entre mantener tasas muy altas o liberar algo de liquidez cuando enfrenten vencimientos cercanos. La expectativa es que se elija un menor rollover y mayor asistencia del Tesoro, buscando así inyectar pesos y aliviar la presión sobre las tasas cortas.
Por su parte, los analistas consideran que el aumento en la tasa Badlar y la TAMAR, que son para plazos fijos de diferentes montos, también influye en el aumento de las tasas a corto plazo. Aunque piensan que estos niveles de tasas altas no se sostendrán por mucho tiempo, la incertidumbre sobre cómo reaccionará el Tesoro en la próxima licitación sigue presente.